Decadentemente elegante, llena de vida y colores, así es Lisboa. La capital de Portugal es una de las ciudades más bellas y desconocidas de Europa. Un destino low cost con un encanto especial que no deja indiferente a ningún turista.
Su cercanía con España hace de la ciudad portuguesa una alternativa fabulosa para pasar las vacaciones. Manejable, barata y con una oferta cultural y de ocio envidiable, Lisboa mantiene la expectación de las grandes capitales europeas. Además, su oferta de turismo urbano y de playa hacen de ella una mezcla fabulosa.
Su ritmo pausado palpita lentamente en sus miles de empinadas cuestas. Miradores, jardines, plazas y cafés rinden cuenta del sencillo estilo de vida lisboeta. Cada calle que mira al mar te descubre auténticas obras de arte en forma de edificios con exuberantes fachadas de azulejos.
Aun así, Lisboa es única en cada uno de sus barrios. Pasear por Alfama, Chiado, Bairro Alto, Principe Real o Rossio es descubrir la vida portuguesa típica. La cultura tradicional lisboeta palpita en la calle entre adoquines y casas abandonadas. Y es que ahí es donde radica parte de su mágica belleza.
Olvidada del resto de Europa, Lisboa permanece inalterable, quieta, expectante, sumida en un continuo emerger que parece no llegar nunca.
© Pedro Antonio Larios Garcia