Eterno Valentino, el último emperador de la moda

Hoy en Moda Flish Fluquing queremos recordar el trabajo de uno de los diseñadores italianos más influyentes de nuestro tiempo.

Pocos pueden presumirde haber hecho del rojo su sello de identidad. Sus más de 45 años en el mundode la moda avalan una trayectoria impecable plagada de éxitos. Su nombre essinónimo de elegancia y buen gusto. Por sus manos han pasado mujeres de la talla de Julia Roberts, Sophia Loren, Jacqueline Kennedy, Anne Hathaway o Nancy Reagan. Admirado, amado y siempreeterno, él es Valentino: el último emperador de la moda.

Cuando decidió poner punto yfinal a su carrera como diseñador, un escalofrío recorrió la espina dorsal delmundo de la moda. Todos quedamos huérfanos. El genio se retiraba. Valentino ponía fin el 23 de enero de 2008 a una prolífera carreraplagada de éxitos.

París, ciudad que le vio crecer como diseñador, fue elentorno perfecto para despedirse. Dijo adiós entre aplausos y rodeado de 800invitados, todos grandes amigos de siempre: Nati Abascal, Tom Ford, Uma Thurman,Lucy Liu, Eva Herzigova o Claudia Schiffer. Valentino se retiró en la cima másalta de su carrera, habiendo cumplido con creces el que era su sueño: serdiseñador.

Su romance con el mundo de lamoda comenzó cuando era muy joven. Con 17 años, Valentino se trasladó junto con sus padres a París para continuar suformación. Allí consiguió trabajo comoaprendiz en Balenciaga, Jean Desses y Guy Laroche.

Si París le vio crecer, Roma le entronizó. A finales de los 50, decidió volver a su país natal para montar supropia tienda en la ya legendaria Via Condotti. La ciudad eterna fue testigo dela consolidación del emperador.

Tras digerir el éxito de su primera colección presentada en 1962 en el palacio Pitii de Florencia, Valentino demostró que podía continuar en lacúspide de la fama.Los críticos de moda se rinden ante él en 1967 con la mítica Colección sin color. En un momento dondelos colores psicodélicos estaban en pleno ascenso, la colección del maestro dejó a todos atónitos con su sutileza y poder. Si quieres ver algunos de estos diseños, puedes acceder a ellos a través del museo virtual de Valentino.

“Después de mí, el diluvio”. Asíde rotundo se mostró el modisto cuando le preguntaron sobre el futuro de la moda tras su adiós. En 1998, el diseñador vendió su empresa al grupo Marzotto.Desde entonces, los rumores sobre su retirada fueron una constante.

Diez añosdespués, Valentino encontraba el momento perfecto para despedirse: “Ha sido todo mágico, seguramente irrepetible. Sería imposible igualar la emoción y la alegría por la amistad y la consideración que el mundo entero me ha demostrado.Por lo tanto, he decidido que éste es el momento perfecto para decir adiós a lamoda”.

En el crepúsculo de la altacostura, Valentino ha mantenido siempre un savoirfaire inconsumible que ha plasmado en sus sofisticados diseños. Los que leconocen dicen que bajo su eterna piel bronceada, se esconde un hombre modesto,coqueto y amante de la belleza. La clave de su éxito quizá radique en su persona: "He tenido la suerte de convertir mi pasiónadolescente en mi trabajo y mantener mi propio estilo, pese a los grandescambios en el mundo de la moda".

Sabedor de su imagen y gran talento, Valentino es ante todo un maestro, quizás el último emperador de una saga.